Salvador Dalí |
Pintor español nacido el 11 de mayo de 1904. Hijo de un
notario y de una dama aficionada a los pájaros.
En algún momento escribió: "A los tres años quería ser
cocinero. A los cinco quería ser Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que
crecer y ahora es la de llegar a ser Salvador Dalí y nada más. Por otra parte,
esto es muy difícil, ya que, a medida que me acerco a Salvador Dalí, él se
aleja de mí".
Dalí se definió a sí mismo como "perverso polimorfo,
rezagado y anarquizante", "blando, débil y repulsivo", y si el
juego favorito de su primera infancia era vestir el traje de rey, ya hacia sus
diez años, cuando se pinta como El niño enfermo, explora las ventajas de
aparentar una constitución frágil y nerviosa.
El gran masturbador, cuadro surrealista, de Dalí, pintado en 1929. |
Su precocidad es sorprendente: a los doce años descubre el
estilo de los impresionistas franceses y se hace impresionista, a los catorce
ya ha trabado conocimiento con el arte de Picasso y se ha hecho cubista y a los
quince se ha convertido en editor de la revista Studium, donde dibuja para la
sección titulada "Los grandes maestros de la Pintura".
En 1919 abandona su Cataluña natal y se traslada a Madrid, ingresa
en la Academia de Bellas Artes y se hace amigo del gran poeta granadino
Federico García Lorca y del futuro cineasta surrealista Luis Buñuel. En Madrid
adoptó un extraordinario atuendo: lleva los cabellos largos, una corbata
desproporcionadamente grande y una capa que arrastra hasta los pies. A veces
luce una camisa azul cielo, adornada con gemelos de zafiro, se sujeta el pelo
con una redecilla y lo lustra con barniz para óleo. Es difícil que su presencia
pase desapercibida.
En 1927 Dalí viaja por primera vez a París, pero es al año
siguiente cuando se instala en la capital francesa y se une al grupo
surrealista que lidera el poeta André Breton.
Salvador se enamoró de quien sería su compañera inseparable,
Gala, en el verano de 1929 y con ella gozó por primera vez de las mieles del
erotismo. Es la época en que pinta Adecuación del deseo, Placeres iluminados y
El gran masturbador, pintura esta última que fue atacada y desgarrada por un
fanático.
Crucifixión, conocido también como Corpus hypercubus, realizado por Dalí en 1954. |
En 1934 viajó a Estados Unidos. En 1938 conoció a Sigmund
Freud, quien había sido el gran inspirador de la estética surrealista.
Instalado en Nueva York, en 1939, Dalí acepta un encargo
para decorar unos escaparates comerciales. El tema que elige es el del Día y la
Noche, el primero evocado por un maniquí que se mete en una bañera peluda y la
segunda, por medio de brasas y paños negros extendidos, pero la dirección
modifica el decorado sin consultar al autor. Dalí, iracundo, volteó la bañera
llena de agua y la lanzó contra los cristales del escaparate produciendo un
gran estrépito y un notable destrozo. A pesar de que la opinión pública
norteamericana le aplaude el vigor con que ha sabido defender la propiedad
intelectual, es juzgado por los tribunales y condenado a pagar los
desperfectos.
A España regresó en 1948. Para muchos historiadores del arte
lo mejor de su obra ya había sido realizado y, sin embargo, aún le quedaban
cuarenta años de caprichosa producción y de irreductible endiosamiento y
exhibicionismo, con apariciones públicas del estilo de la que protagonizó en
diciembre de 1955, cuando se personó en la Universidad de la Sorbona de París
para dar una conferencia en un Rolls Royce repleto de coliflores.
Místico y narciso, Salvador Dalí, quizás uno de los mayores
pintores del siglo XX, convirtió la irresponsabilidad provocativa no en una
ética, pero sí en una estética, una lúgubre estética donde lo bello ya no se
concibe sin que contenga el inquietante fulgor de lo siniestro. Dalí exhibió de
forma provocativa todas las circunstancias íntimas de su vida y su pensamiento.
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